💪La fuerza de la ilusión 💪
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Como en casi todas las cosas de la vida, cuando vienen las tormentas, cuando se abren sitio los momentos difíciles, es cuando más valoramos lo verdaderamente importante, como la compañía de la familia y de los amigos, el apoyo de la pareja, las muestras de cariño y de alegría. Este año apenas apenas he oficiado ceremonias, vino la pandemia y todo se ha quedado suspendido en el aire, a la espera de un tiempo mejor. Pero hubo algunos valientes, algunos que quisieron llevar a cabo su enlace a pesar de las dificultades, a pesar de que todo les decía que no. Gema y Juanma, por ejemplo, fueron una de esas parejas que decidieron que no querían dejar para más adelante su boda, porque ellos sentían que era su momento, porque habían organizado todo con mucho cariño y no querían deshacer lo que le habían preparado con tanto esfuerzo y tanta ilusión. Por el camino surgieron grandes dudas, incluso unos días antes de la boda estuvieron a punto de suspender, pero finalmente su boda se hizo realidad. Fue en una finca en Córdoba, cumpliendo con todas las medidas de seguridad. Al principio el tema de las mascarillas y la distancia entre personas parecía un abismo, pero en el momento en el que la música empezó a sonar, mágicamente todo desapareció, yo lo sentí. La inmensa sonrisa de Gema, que lo alumbraba todo mientras avanzada por el pasillo sosteniendo las lágrimas, los ojos brillantes y traviesos de Juanma, que la miraba con tanto amor, la maravillosa voz de Alba Mata Alcaide en directo que nos erizó a todos la piel, deshicieron el hechizo, y todo lo malo quedo en un segundo plano. Entonces lo supe, supe que todo iba a salir muy bien. Y así fue. Les acompañé en una de las ceremonias más auténticas y emotivas que he tenido el gusto de oficiar. Nos reímos recordando algunos de los momentos más divertidos de su historia, nos emocionamos con cada parte de la ceremonia y con la participación de sus amigos y familiares, y en aquel túnel ajardinado de La Vieja Cigarra los miedos se pusieron a sonreír. Porque en el aire se respiraba la grandeza de las cosas hechas con amor, la fuerza de remar juntos a pesar de los problemas, el lazo indestructible de la ilusión que les unía en medio de una catástrofe sanitaria. No quiero idealizar el momento tan duro en el que estamos viviendo, pero quería recordar que el mundo no es perfecto, y a veces, la perfección solo está en saber encontrar el lado bueno de las cosas. Cuando todo esto pase, volverán las bodas, las fiestas, las grandes celebraciones, mientras tanto, hay que encontrar la forma de disfrutar de cada día, con sus enormes imperfecciones. Gracias Gema y Juanma, por vuestra confianza, por vuestro entusiasmo, por esa ilusión que contagia más que cualquier virus.